Insecto con largas antenas y 6 patas
Como su nombre indica, los ciempiés domésticos son plagas muy comunes que a menudo se instalan en el interior de nuestras casas. El nombre del ciempiés doméstico significa «cien patas» pero, dependiendo de la especie exacta, pueden tener entre 15 y 177 patas. Los cuerpos largos, planos y segmentados de los ciempiés domésticos son de color gris amarillento o marrón oscuro y pueden tener o no marcas o rayas más oscuras. Los ciempiés domésticos son una especie depredadora y se alimentan de una gran variedad de insectos, utilizando el primer par de patas que forman colmillos venenosos similares a garras.
Los ciempiés domésticos suelen considerarse plagas molestas, no causan daños a la propiedad y no suponen riesgos significativos para la salud de las personas. Sin embargo, es importante saber que, aunque la mordedura de un ciempiés es poco frecuente, son lo bastante fuertes como para morder a una persona y el mordisco puede ser bastante doloroso. La buena noticia es que su veneno no es lo suficientemente fuerte como para causar ningún problema médico grave en los seres humanos.
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Insectos con muchas patas
Scutigera coleoptrata, también conocido como ciempiés doméstico, es una especie de ciempiés de color gris amarillento con hasta 15 pares de patas largas. Originario de la región mediterránea, se ha extendido a otras partes del mundo, donde puede vivir en casas humanas[1]. Es insectívoro; mata y come otros artrópodos, como insectos y arácnidos[2].
En 1758, Carl Linnaeus describió la especie en la décima edición de su Systema Naturae, dándole el nombre de Scolopendra coleoptrata, escribiendo que tiene un «tórax coleopterado» (similar a un coleóptero)[3]. [3] En 1801, Jean-Baptiste Lamarck separó scutigera de scolopendra, llamando a esta especie Scutigera coleoptrata[4] La palabra scutigera viene de «llevar» (gerere) y «escudo» (scutum), por la forma de las placas de la parte posterior del chilopodio[5].
El cuerpo de una Scutigera coleoptrata adulta suele medir entre 25 y 35 mm de longitud, aunque a veces se encuentran ejemplares más grandes[6]. Junto con las antenas, dan al ciempiés una apariencia de 75 a 100 mm de longitud[6]. Sus delicadas patas le permiten alcanzar velocidades sorprendentes de hasta 0,4 metros por segundo (1,3 pies/s)[cita requerida] corriendo por suelos, paredes y techos. Su cuerpo es gris amarillento y tiene tres rayas dorsales oscuras a lo largo; las patas también tienen rayas oscuras. S. coleoptrata ha desarrollado el automimetismo, ya que sus patas traseras en forma de cola parecen antenas. Cuando el ciempiés está en reposo, no es fácil distinguir su extremo craneal del caudal.
Insecto ovalado con muchas patas
No hay que confundirlos con los milpiés. Estas criaturas retorcidas son famosas por matar plagas como polillas, moscas y otros insectos del hogar. Aunque muchos de nosotros queremos desterrar su presencia de nuestra casa, en realidad pueden resultar bastante útiles.
Las picaduras de ciempiés pueden ser muy dolorosas, sobre todo cuando son de gran tamaño. Aunque sus picaduras no suelen ser peligrosas ni mortales, pueden doler, ya que los ciempiés utilizan su veneno como mecanismo de defensa.
Si cree que le ha mordido un ciempiés, notará una mancha roja o hinchada alrededor de la marca de la mordedura. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen en 48 horas (frota con agua fría si te irrita). En casos graves, la picadura podría causar una infección mayor. Si esto ocurre, acuda siempre a su médico de cabecera para que le aconseje.
Conocidos por matar otras plagas, los ciempiés domésticos entran en tu casa porque están a la caza de otros bichos que invaden el hogar para darse un festín. Por lo general, se ocuparán de sus propios asuntos y ayudarán a desterrar cucarachas, polillas, moscas, pececillos de plata y termitas de su hogar.
Bicho largo con muchas patas en casa
La mera visión de esta criatura con patas que se escabulle por el techo o se cuelga en la bañera suele bastar para arrancar unos cuantos gritos a los más aprensivos, pero el ciempiés doméstico (Scutigera coleoptrata) es una criatura benigna que no supone ningún peligro para las personas, los animales domésticos o la propiedad. Lo que hay que temer son otros insectos, larvas y arañas, que son su fuente de alimento.
No tiene 100 patas, como sugiere su nombre, pero el ciempiés doméstico se las arregla con 15 pares -un par por segmento corporal (los milpiés tienen dos pares por segmento)- que se mueven a gran velocidad por paredes, suelos y techos. A diferencia de las variedades de exterior, que tienen patas más bien cortas, las largas patas del ciempiés doméstico, sus antenas y su par de patas traseras extralargas pueden hacer que su cuerpo de 1 a 1,5 pulgadas parezca de casi cuatro pulgadas de largo. El ciempiés doméstico es una criatura muy ágil que puede correr y detenerse rápidamente.
Los ciempiés prefieren los lugares húmedos y oscuros. En el exterior, se encuentran en montones de madera, bajo la hojarasca, tablas… dondequiera que se acumule la humedad. En el interior, suelen verse por la noche, normalmente en armarios, grietas y zonas húmedas de los sótanos. En lugar de humedad, también parecen gravitar hacia zonas de alta humedad. No entran en una casa a través de las tuberías del cuarto de baño, sino que acceden a través de grietas y aberturas en los cimientos, paredes y ventanas.