Nutrientes vegetales menores
Un suelo ideal para el crecimiento de las plantas contiene un 50% de espacio poroso y un 50% de sólidos, con el espacio poroso lleno de aire y agua a partes iguales. Esta distribución rara vez se da porque el espacio poroso varía con la textura del suelo y su gestión. Por ejemplo, el laboreo aumenta el espacio poroso, mientras que el mal drenaje y la compactación lo reducen.
Los sólidos del suelo son una mezcla de materiales minerales y materia orgánica. Los materiales minerales suelen ser rocas meteorizadas de diversos tamaños denominadas arena, limo y arcilla. La materia orgánica está formada por residuos vegetales y microbianos en descomposición. Las cantidades relativas de espacio poroso y de materia mineral y orgánica varían mucho de un tipo de suelo a otro. Pero para el crecimiento de las plantas, la mayoría de los edafólogos coinciden en que la proporción ideal es de un 50% de espacio poroso, un 45% de materia mineral y un 5% de materia orgánica (Figura 1-1a). La distribución de los suelos y del espacio poroso en suelos compactados y mal drenados se ilustra en la Figura 1-1b y en la Figura 1-1c.
La mayoría de los suelos naturales no alterados presentan tres capas distintas de grosor variable. Estas capas son la capa superficial, el subsuelo y el material parental. Cada capa puede tener dos o más subcapas denominadas horizontes. En conjunto, los horizontes forman el perfil del suelo. El material parental predominante varía según el lugar de Carolina del Norte. En el piedemonte y las montañas de Carolina del Norte, el material parental suele ser roca erosionada conocida como saprolito. En el fondo de los ríos y en las terrazas de los arroyos del piedemonte y de las montañas de Carolina del Norte, los materiales de base son los sedimentos de las llanuras de inundación procedentes de aguas arriba, donde se ha producido la erosión. En la llanura costera de Carolina del Norte, los materiales de origen son sedimentos marinos depositados durante eones a medida que los océanos atraviesan ciclos naturales de avance y retroceso. En la llanura costera más oriental de Carolina del Norte, el material parental dominante es la materia orgánica. Estos suelos orgánicos suelen encontrarse en zonas que hace apenas 50.000 años estaban por debajo del nivel del mar. Estas zonas son pantanos donde crecen y prosperan las plantas. Pero estas zonas son demasiado húmedas para que los residuos vegetales (hojas, ramas, raíces, troncos y similares) se descompongan eficazmente.
18 nutrientes esenciales para las plantas
han mantenido los rendimientos de grano de aproximadamente 3 t ha-1. Sin embargo, la evaluación nutricional para el mantenimiento sigue siendo limitada. Este estudio tuvo como objetivo caracterizar la dinámica nutricional en arrozales no fertilizados a largo plazo sobre la base de mediciones en 2014. Las concentraciones de nutrientes en la solución del suelo mostraron coherencia con las de una capa líquida después de la incubación anaeróbica del suelo, lo que sugiere que la dinámica de la concentración de nutrientes en la solución del suelo se reflejó por la capacidad de suministro de nutrientes del suelo. Las concentraciones de PO43-,K+,Mg2+,Ca2+,SiO2 en el agua de regadío fueron superiores a las del agua drenada, respectivamente, lo que sugiere que una parte de estos nutrientes fue suministrada por el regadío. La concentración de nutrientes del arroz mostró que no se observó deficiencia de nutrientes, excepto de K+. Las concentraciones de nutrientes en la solución del suelo no siempre indicaron la productividad del arroz, por lo que se recomienda un análisis dinámico de la relación entre las concentraciones de nutrientes en la solución del suelo y la absorción de nutrientes.
Deficiencia de nutrientes vegetales
El crecimiento y desarrollo de las plantas depende de los nutrientes procedentes del suelo o del aire, o complementados mediante fertilizantes. Existen dieciocho elementos esenciales para la nutrición de las plantas, cada uno con sus propias funciones en la planta, niveles de necesidad y características. Las necesidades de nutrientes suelen aumentar con el crecimiento de las plantas, y las deficiencias o excesos de nutrientes pueden dañarlas al ralentizar o inhibir su crecimiento y reducir su rendimiento. Muchas deficiencias pueden reconocerse observando las hojas de las plantas.
Las plantas necesitan dieciocho elementos que se encuentran en la naturaleza para crecer y desarrollarse adecuadamente. Algunos de estos elementos se utilizan dentro de la estructura física de la planta, concretamente el carbono (C), el hidrógeno (H) y el oxígeno (O). Estos elementos, obtenidos del aire (CO2) y del agua (H2O), son la base de carbohidratos como los azúcares y el almidón, que proporcionan la fuerza de las paredes celulares, los tallos y las hojas, y son también fuentes de energía para la planta y los organismos que la consumen.
Los elementos utilizados en grandes cantidades por la planta se denominan macronutrientes, que pueden definirse a su vez como primarios o secundarios. Los nutrientes primarios son el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K). Estos elementos contribuyen al contenido de nutrientes de las plantas, a la función de las enzimas vegetales y los procesos bioquímicos, y a la integridad de las células vegetales. La deficiencia de estos nutrientes contribuye a reducir el crecimiento, la salud y el rendimiento de las plantas, por lo que son los tres nutrientes más importantes suministrados por los fertilizantes. Los nutrientes secundarios son el calcio (Ca), el magnesio (Mg) y el azufre (S).
Los nutrientes de las plantas y sus funciones pdf
Un nutriente mineral vegetal es un elemento esencial o beneficioso para el desarrollo o los atributos de calidad del producto cosechado de una determinada especie vegetal cultivada en su entorno natural o cultivado. Un nutriente vegetal puede considerarse esencial si el ciclo vital de una diversidad de especies vegetales no puede completarse en ausencia del elemento. Un nutriente vegetal puede considerarse beneficioso si no cumple los criterios de esencialidad, pero puede demostrarse que beneficia al crecimiento y desarrollo de la planta o a los atributos de calidad de una planta o de su producto cosechado.
Plant Soil 476, 11-23 (2022). https://doi.org/10.1007/s11104-021-05171-wDownload citationComparte este artículoCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard