Cómo utilizar la sal de Epsom de 7 maneras
¿Sabía que la sal de Epsom, quizá la más conocida de todas las sales no alimentarias, no es una sal en absoluto? En realidad, se trata de un compuesto mineral natural de sulfato y magnesio que ha sido elogiado durante mucho tiempo por sus magníficos beneficios para la salud, así como por su amplia gama de usos para todo, desde la belleza hasta la jardinería. Dejando a un lado el nombre engañoso, la sal de Epsom es un material increíble, y todos los hogares deberían tener un poco almacenada. Nunca se sabe cuándo se puede necesitar.
La sal de Epsom debe su nombre al lugar donde se descubrió, en una comunidad rural a 24 kilómetros al suroeste de Londres, cerca de un pueblo llamado Epsom. Según recuerda la Royal Society of Chemistry, se encontró por primera vez en el verano de 1618, cuando un pastor de vacas de este pueblo azotado por la sequía se topó con un manantial que sus treinta vacas se negaban a beber. Al inspeccionarlo, observó que el agua tenía un sabor extremadamente amargo y que, al evaporarse, dejaba tras de sí una sustancia de aspecto salado que, según descubrió, tenía un profundo efecto purgante en el organismo. También observó que las heridas de los animales que se bañaban en el agua parecían curarse más rápido que las de los demás.
¿Para qué sirven las sales de Epsom?
La sal de Epsom se utiliza para relajar los músculos y aliviar el dolor de hombros, cuello, espalda y cráneo. Por ejemplo, al relajar los músculos que rodean el cráneo, el magnesio de la sal de Epsom puede ayudar a aliviar un dolor de cabeza o una migraña. Este beneficio también puede ayudar a los músculos doloridos en el período de recuperación después de un entrenamiento.
¿Cuándo no se debe utilizar la sal de Epsom?
No utilice sulfato de magnesio como laxante sin consejo médico si padece: dolor de estómago intenso, náuseas, vómitos, perforación intestinal, obstrucción intestinal, estreñimiento grave, colitis, megacolon tóxico o un cambio repentino en los hábitos intestinales que haya durado 2 semanas o más.
7 usos de la sal de epsom
No utilice sulfato de magnesio como laxante sin consejo médico si padece: dolor de estómago intenso, náuseas, vómitos, perforación intestinal, obstrucción intestinal, estreñimiento grave, colitis, megacolon tóxico o un cambio repentino en los hábitos intestinales que haya durado 2 semanas o más.
Si tiene hemorragia rectal o si no evacua después de utilizar sulfato de magnesio como laxante, deje de utilizar el medicamento y llame inmediatamente a su médico. Pueden ser signos de una enfermedad más grave.
Para tomar sulfato de magnesio por vía oral, disuelva una dosis en 8 onzas de agua. Remueva esta mezcla y bébala toda de inmediato. Puede añadir una pequeña cantidad de zumo de limón para mejorar el sabor de esta mezcla.
Si tiene hemorragia rectal o si no evacua después de usar sulfato de magnesio como laxante, deje de usar el medicamento y llame a su médico de inmediato. Estos pueden ser signos de una afección más grave.
Para utilizar el sulfato de magnesio como remojo de sales de Epsom, disuélvalo en una gran cantidad de agua en un recipiente grande, un cubo, una bañera para los pies o una bañera. Siga las instrucciones de la etiqueta del producto sobre la cantidad de sal de Epsom que debe utilizar por cada litro de agua.
SAL DE EPSOM EN JARDINERÍA | Consejos de jardinería
Oh, sal de Epsom: ¿quién iba a decir que un ingrediente tan poco inspirador podría inspirar tanta devoción? Las sales de Epsom tienen increíbles beneficios para la salud: aquí tienes 13 formas de usarlas, como baño relajante, exfoliante facial y voluminizador del cabello. También es un remedio milagroso que ayuda a eliminar astillas y a reducir la inflamación de esguinces y contusiones. ¡Un ingrediente sirve para todo!
Siempre supe que sumergirse en una bañera llena de agua caliente con unas cuantas tazas de sales de Epsom era bueno para relajar los músculos y extraer las toxinas del cuerpo, pero nunca supe por qué. Y no fue hasta que pasé algún tiempo en el sitio web del Consejo de la Industria de las Sales de Epsom que me enteré de que las sales de Epsom -hechas del mineral sulfato de magnesio- son también un sedante para el sistema nervioso.
Cuando el sulfato de magnesio se absorbe a través de la piel, como en un baño, extrae las toxinas del cuerpo, seda el sistema nervioso, reduce la hinchazón, relaja los músculos, es un emoliente natural, exfoliante, y mucho más.
Baño de pies: Alivia los dolores, elimina los malos olores y suaviza la piel áspera con un baño de pies. Añada 1/2 taza de sal de Epsom a un recipiente grande con agua caliente. Remoja los pies el tiempo que consideres oportuno. Acláralos y sécalos. O prueba un exfoliante de pies con sal de Epsom y menta.
10 usos de la sal de epsom que todo el mundo debería conocer
La sal de Epsom tiene una larga historia de uso en el hogar, la salud, la belleza, la limpieza y la jardinería. Es una sal con base de magnesio, en lugar de sodio como la sal de mesa, y está llena de minerales y propiedades beneficiosas. He aquí 10 maneras de utilizar la sal de Epsom en el hogar.
Debido a su alto contenido en magnesio, la sal de Epsom actúa desintoxicando y relajando los músculos. Por eso los baños de sales de Epsom son especialmente eficaces para los músculos doloridos y tensos. Basta con añadir una taza de sal de Epsom a un baño caliente y remojarse durante 20 minutos. Esto también puede ayudarle a conciliar el sueño y a permanecer dormido durante más tiempo, lo que puede aliviar los patrones de sueño problemáticos.
Tener una astilla clavada en la piel ya es bastante malo, pero si no puedes sacarla y te haces daño en la piel intentándolo, puede que necesites un enfoque diferente. Sumergir la piel en agua de Epsom la ablandará, lo que te permitirá sacar la astilla con más facilidad. En un baño de pies, mezcla una parte de agua tibia con 1/3 de sal de Epsom. Deja que se disuelva y luego remoja la piel astillada durante 20 minutos antes de intentar extraer la astilla.