Qué es el mantillo mineral
Acceso abierto Este artículo se distribuye bajo los términos de la licencia Creative Commons Attribution 4.0 International License (http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/), que permite su uso, distribución y reproducción sin restricciones en cualquier medio, siempre que se cite debidamente al autor o autores originales y la fuente, se proporcione un enlace a la licencia Creative Commons y se indique si se han realizado cambios.
Reimpresiones y autorizacionesSobre este artículoCite este artículoOliveira, I., Meyer, A., Silva, R. et al. Efecto de la adición de cáscara de almendra a los sustratos en el crecimiento y las características fisiológicas y bioquímicas de Phaseolus vulgaris L. (cv. Saxa).
Int J Recycl Org Waste Agricult 8, 179-186 (2019). https://doi.org/10.1007/s40093-019-0249-7Download citationCompartir este artículoCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Obtener enlace compartibleLo sentimos, actualmente no hay disponible un enlace compartible para este artículo.Copiar al portapapeles
Más información
Una tendencia que casi se convierte en maldición. En los últimos años, los jardines delanteros de todo el país se cubrieron con gruesas capas de grava o guijarros, creando monótonas tumbas vegetales en las que sólo asomaba alguna hierba ornamental. Ni rastro de vida por ninguna parte.
«Fácil de cuidar» era la palabra mágica que atraía la imaginación de muchos propietarios de jardines. Pero resultó que había un pequeño malentendido. Mucha gente se hizo a la idea a partir de los espacios verdes públicos. Allí, los guijarros y guijarros han llegado a utilizarse con mucho éxito como mantillos minerales. Sin embargo, se aplican de forma mucho más diferenciada, es decir, principalmente para plantaciones mixtas con plantas perennes que prefieren un suelo en el lado seco y con bajos niveles de nutrientes. Además, y este es el factor clave, siempre se utilizan en combinación con sustratos especiales bajos en nutrientes.
Este tipo de plantaciones inspiradas en la naturaleza son muy fáciles de mantener, pero requieren un esfuerzo considerable para su instalación. El gasto resulta rentable para las diputaciones, sobre todo porque se realiza principalmente en el contexto de nuevas urbanizaciones y ahorra gastos de mantenimiento a largo plazo. En cambio, en el caso de los jardines privados, la mayoría de la gente probablemente no esté dispuesta a asumir el coste de la sustitución del suelo.
Mantillo alrededor de árboles con raíces expuestas
La selección del sustrato para los vivarios es muy diferente a la de quienes mantienen hábitats funcionales para sus mascotas. Los vivarios son mucho más complejos que los hábitats funcionales, y normalmente se hace hincapié en la estética del hábitat. En cambio, los hábitats funcionales están diseñados únicamente para satisfacer las necesidades de su mascota.
Mientras que las capas superiores del sustrato están diseñadas para atender las necesidades de su animal, la capa de base debe atender los requisitos físicos del hábitat en su conjunto. Piense en la capa base como el lecho de roca que se esconde bajo el suelo de su jardín.
La capa de cimentación también sirve de depósito para contener el exceso de agua. Tendrás que regar las plantas con regularidad y añadir agua al hábitat para cubrir las necesidades de tus animales. Una capa de drenaje ayuda a evitar que los niveles superiores del sustrato se saturen.
Durante décadas, la grava fue el material preferido para hacer una capa base. Y aunque puede que no sea tan popular entre los criadores modernos, que tienen varias opciones alternativas, sigue siendo una gran elección. La grava es muy fácil de colocar, lo que permite crear paisajes con contornos.
Diferencias entre sustrato y mantillo del momento
El acolchado imita el entorno natural de los bosques, donde las hojas y ramas cubren la superficie del suelo, reponiendo los nutrientes a medida que se descomponen y creando un entorno ideal para el crecimiento de las raíces. Los árboles y arbustos del paisaje urbano suelen crecer en entornos mucho más duros, con suelos modificados por las actividades humanas (por ejemplo, la construcción, el césped y la compactación). Una capa de mantillo de 2 a 4 pulgadas puede recrear aspectos del entorno del suelo de un bosque. Según la Sociedad Internacional de Arboricultura, el acolchado, cuando se hace correctamente, es una de las prácticas más beneficiosas que un propietario puede hacer por la salud de un árbol o arbusto.
Existen dos tipos principales de mantillo: orgánico e inorgánico. Los profesionales del cuidado de los árboles prefieren los mantillos orgánicos, como virutas de madera, agujas de pino, corteza de madera dura y blanda, cáscaras de cacao, hojas y mezclas de compost, ya que se descomponen, mejorando la estructura del suelo y aumentando su fertilidad. Los distintos mantillos orgánicos se descomponen a ritmos diferentes y requieren una reaplicación periódica. Los mantillos inorgánicos, como la grava, los trozos de piedra, la roca de río y el caucho, no aportan los mismos beneficios que los orgánicos, ya que no se descomponen.