Cómo conservar las zanahorias
La lactofermentación parece estar de moda estos días, y ya era hora, porque el ser humano lleva milenios conservando verduras de esta forma. El término «lacto» se refiere al lactobacilo, una cepa de bacterias común en la piel de la mayoría de los productos, especialmente los que crecen cerca del suelo. Sin entrar en muchos detalles científicos, las bacterias convierten los azúcares en ácido láctico, que luego actúa como conservante, inhibiendo el crecimiento de bacterias nocivas. El chucrut, los pepinillos y el kimchee son ejemplos muy conocidos de productos lactofermentados. El consumo de alimentos fermentados también ha demostrado ser beneficioso para la salud.
Nota: Lo ideal sería disponer de tarros de fermentación, pero la mayoría de la gente no los tiene, nosotros incluidos, y esta receta parte de esa base. Lo único que necesita para seguir esta receta son cuencos de acero inoxidable o de cristal, pinzas, envoltorio de plástico y una toalla de mano limpia.
Nota: Los siguientes pasos deben realizarse a una temperatura ambiente de entre 60 y 70 grados, por lo que es preferible un lugar fresco y oscuro, como un armario. Si la temperatura es inferior, la fermentación se ralentizará, se detendrá por completo o no llegará a iniciarse. Si la temperatura es más alta, la fermentación se acelera y no da tiempo a que se desarrolle el sabor agrio o picante típico de los alimentos lactofermentados.
Almacenar zanahorias en arena
Nuestras zanahorias crecen en las tierras más ricas de España bajo interminables días de sol. Se recogen a mano en plena madurez y se introducen en un baño maría tradicional, donde se cuecen suavemente para preservar su sabor robusto y fresco. Sólo añadimos una pizca de sal, una pizca de especias y unas gotas de aceite de oliva, antes de sellar al vacío nuestras Zanahorias Sazonadas para su viaje desde nuestros campos mediterráneos hasta su mesa. Disfrútelas como guarnición caliente, en una ensalada o en su receta favorita.
Cómo mantener frescas las zanahorias después de cortarlas
El escaldado es un proceso de cocción destinado a realzar el color, el sabor y la textura de las verduras. Las verduras escaldadas se cuecen rápidamente en agua hirviendo o al vapor antes de sumergirlas en un baño frío que detiene el proceso de cocción. Una vez escaldadas, las verduras pueden servirse en crudités, congelarse o utilizarse en la preparación de alimentos. Hay muchas razones por las que un cocinero debe escaldar las verduras, y es una habilidad fácil de aprender.
Cuando hay que pelar los alimentos, el escaldado facilita mucho el proceso. Los tomates, las almendras, las habas y otros alimentos pueden escaldarse para desprender la piel. El escaldado también puede realzar el sabor del alimento y ayudará a que mantenga su color al cocinarlo. Los alimentos escaldados y pelados pueden utilizarse inmediatamente o conservarse en el congelador. En el caso de verduras y frutas tratadas con pesticidas, el escaldado es una forma excelente de eliminar la piel sin transferir los productos químicos a la parte comestible de la fruta.
Antes de congelar los alimentos, es muy recomendable escaldarlos. El escaldado neutraliza las bacterias y enzimas de los alimentos que podrían estropearlos. Además, el escaldado garantizará que los alimentos se mantengan crujientes, sabrosos y coloridos en el congelador, en lugar de permitir que se pongan grises. En este caso, se suele añadir una pequeña cantidad de sal al agua de escaldado, ya que favorece la conservación.
Conservar las zanahorias en agua
Ingredientes para el flan 2 zanahorias medianas 1 boniato pequeño 1 rama de canela 4 granos de pimienta negra 5 clavos1/2 ralladura de naranjaIngredientes para la salsa de arándanos1/2 cebolla roja 1 taza de zumo de arándanos1/2 taza de arándanos confitados1/2 lb. de mantequilla sin sal 2 gambas/persona Cocer las zanahorias y el boniato Pelar y cortar en dados las zanahorias y el boniato. Ponerlas en una olla cubiertas de agua. Añadir la rama de canela, los granos de pimienta, los clavos y la ralladura de naranja. Dejar cocer a fuego lento hasta que las zanahorias y el boniato estén completamente tiernos.
Incorporar el puré de zanahoria y boniato, añadir el sirope de arce, la canela, 5 especias, nuez moscada fresca, sal y pimienta, y dar una última degustación. Hornear el Flan Untar los moldes con mantequilla. Verter la mezcla en los moldes.
Para el emplatado, colocar el flan en el centro del plato, las gambas mariposa encima y las otras gambas partidas en dos a un lado. La salsa de mantequilla y limón va alrededor y el chorrito de zumo de arándanos encima de todo.